LA DIETA
MEDITERRÁNEA
La Dieta
Mediterránea es para mí, casi la
dieta perfecta. Y digo casi porque una dieta perfecta sería aquella que
tiene los olores y sabores del mundo, de cada sitio que he olido y saboreado y
de los lugares que desconozco pero espero visitar algún día. No podría dejar
fuera de una dieta perfecta el mangostán,
el lichis, el curry, los pretzels, los bagels, el tabasco, la canela, la soja,
el mijo, la quinoa, el jengibre, los makis, el surimi, el wasabi...
Pero si tuviera que
elegir una, esa sería la nuestra, la Mediterránea. Mundialmente conocida por
sus efectos beneficiosos para la salud. ¿Y por qué es tan saludable? Lo he
querido resumir en un decálogo: diez
razones por las que considero que nuestra dieta es la caña.
UNO
El aceite
de oliva es la base de la
dieta mediterránea. Posee excelentes propiedades para la salud y es bueno para
la piel y el cabello. Entre los beneficios del aceite de oliva, se destaca el
control del colesterol, gracias al ácido oleico, presente en su composición.
Además, posee componentes antioxidantes, útiles para prevenir el envejecimiento,
por lo que su consumo está especialmente recomendado.
DOS
Se consumen con
frecuencia frutos secos como las nueces, las almendras y los
piñones. Los frutos secos consumidos con moderación reducen la presión
arterial, los niveles de lípidos y de glucosa en sangre, y la inflamación,
además de influir de forma beneficiosa en todos los factores de riesgo que
intervienen en las enfermedades del corazón.
TRES
En nuestra dieta se consumen muchas legumbres, cereales, fruta y
verdura. La fibra de cereales, leguminosas, verduras y frutas previene el
estreñimiento y enfermedades del sistema digestivo.
CUATRO
El pan y los alimentos procedentes de
cereales (pasta, arroz y especialmente sus productos integrales) forman parte
de nuestra dieta. El consumo diario de pasta, arroz y cereales es indispensable
por su composición rica en carbohidratos. Nos aportan una parte importante de
energía necesaria para nuestras actividades diarias. Hay que tener en cuenta
que sus productos integrales nos aportan más fibra, minerales y vitaminas.
CINCO
Consumimos
productos lácteos casi a diario, principalmente
yogurt y quesos. Nutricionalmente hay que destacar que los productos lácteos
son excelentes fuentes de proteínas de alto valor biológico, minerales (calcio,
fósforo, etc.) y vitaminas. El consumo de leches fermentadas (yogurt, etc.) se
asocia a una serie de beneficios para la salud porque estos productos contienen
microorganismos vivos capaces de mejorar el equilibrio de la microflora
intestinal. Aconsejo tomar leche desnatada sin lactosa.
SEIS
Comemos pescados y mariscos con mucha frecuencia. Esto nos aporta
proteínas de origen animal de alta calidad.
SIETE
Consumimos muchas legumbres con arroz o papas. La
combinación de legumbres con arroz o papas produce una proteína vegetal de tan
buena calidad como la procedente de las carnes, siendo incluso más saludable
porque esta combinación es baja en LDL.
OCHO
En el Mediterráneo
consumimos mucha agua, y
ocasionalmente cerveza o vino tinto. No forma parte de nuestras costumbres
acompañar las comidas con refrescos y bebidas azucaradas o edulcoradas, aunque
desgraciadamente este mal hábito se ve cada vez más, en más mesas mediterráneas
a la hora de la comida.
NUEVE
La fruta
fresca es nuestro postre
habitual, evitando lácteos azucarados o postres como tartas, dulces o natillas.
DIEZ
Comemos carnes
rojas y huevos con moderación. Esto evita que se eleve el LDL.
Si has perdido alguna de las buenas costumbres de nuestra dieta, ¡te animo a que la retomes!
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