miércoles, 10 de junio de 2015

LAS BONDADES DE LA DIETA MEDITERRÁNEA


LA DIETA MEDITERRÁNEA

La Dieta Mediterránea es para mí, casi la dieta perfecta. Y digo casi porque una dieta perfecta sería aquella que tiene los olores y sabores del mundo, de cada sitio que he olido y saboreado y de los lugares que desconozco pero espero visitar algún día. No podría dejar fuera de una dieta perfecta el mangostán, el lichis, el curry, los pretzels, los bagels, el tabasco, la canela, la soja, el mijo, la quinoa, el jengibre, los makis, el surimi, el wasabi... 

Pero si tuviera que elegir una, esa sería la nuestra, la Mediterránea. Mundialmente conocida por sus efectos beneficiosos para la salud. ¿Y por qué es tan saludable? Lo he querido resumir en un decálogo: diez razones por las que considero que nuestra dieta es la caña.


UNO
El aceite de oliva es la base de la dieta mediterránea. Posee excelentes propiedades para la salud y es bueno para la piel y el cabello. Entre los beneficios del aceite de oliva, se destaca el control del colesterol, gracias al ácido oleico, presente en su composición. Además, posee componentes antioxidantes, útiles para prevenir el envejecimiento, por lo que su consumo está especialmente recomendado.

DOS
Se consumen con frecuencia frutos secos como las nueces, las almendras y los piñones. Los frutos secos consumidos con moderación reducen la presión arterial, los niveles de lípidos y de glucosa en sangre, y la inflamación, además de influir de forma beneficiosa en todos los factores de riesgo que intervienen en las enfermedades del corazón.

TRES
 En nuestra dieta se consumen muchas legumbres, cereales, fruta y verdura. La fibra de cereales, leguminosas, verduras y frutas previene el estreñimiento y enfermedades del sistema digestivo.

CUATRO
 El pan y los alimentos procedentes de cereales (pasta, arroz y especialmente sus productos integrales) forman parte de nuestra dieta. El consumo diario de pasta, arroz y cereales es indispensable por su composición rica en carbohidratos. Nos aportan una parte importante de energía necesaria para nuestras actividades diarias. Hay que tener en cuenta que sus productos integrales nos aportan más fibra, minerales y vitaminas.

CINCO
Consumimos productos lácteos casi a diario, principalmente yogurt y quesos. Nutricionalmente hay que destacar que los productos lácteos son excelentes fuentes de proteínas de alto valor biológico, minerales (calcio, fósforo, etc.) y vitaminas. El consumo de leches fermentadas (yogurt, etc.) se asocia a una serie de beneficios para la salud porque estos productos contienen microorganismos vivos capaces de mejorar el equilibrio de la microflora intestinal. Aconsejo tomar leche desnatada sin lactosa.

SEIS
Comemos pescados y mariscos con mucha frecuencia. Esto nos aporta proteínas de origen animal de alta calidad.

SIETE
Consumimos muchas legumbres con arroz o papas. La combinación de legumbres con arroz o papas produce una proteína vegetal de tan buena calidad como la procedente de las carnes, siendo incluso más saludable porque esta combinación es baja en LDL.

OCHO
En el Mediterráneo consumimos mucha agua, y ocasionalmente cerveza o vino tinto. No forma parte de nuestras costumbres acompañar las comidas con refrescos y bebidas azucaradas o edulcoradas, aunque desgraciadamente este mal hábito se ve cada vez más, en más mesas mediterráneas a la hora de la comida.

 NUEVE
 La fruta fresca es nuestro postre habitual, evitando lácteos azucarados o postres como tartas, dulces o natillas.

 DIEZ

 Comemos carnes rojas y huevos con moderación. Esto evita que se eleve el LDL.

      Si has perdido alguna de las buenas costumbres de nuestra dieta, ¡te animo a que la retomes!

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