VITAMINAS:
VITAMINA B12
La entrada sobre la cobalamina ha dado mucho juego y se
han planteado algunas preguntas en la página del Facebook, por lo que creo que
es necesario dedicarle otra entrada para entrar un poco más en profundidad para satisfacer a los más curiosos.
Habíamos dicho que la cobalamina
es una vitamina esencial, hidrosoluble del grupo B y conocida como la B12. La podemos
encontrar en alimentos de origen animal y alimentos fermentados, porque se
metaboliza en el cuerpo vivo. De hecho, que el 60% de esta vitamina es almacenada
en el hígado, y por ello el hígado es
un alimento muy rico en esta vitamina recomendado en caso de déficit.
Un adulto sano con una dieta
equilibrada no suele presentar problemas de déficit porque la B12 se encuentra
en muchos alimentos, pero hay casos en los que debido a determinadas
situaciones nos encontramos con niveles
bajos. Hay que prestar atención a estos niveles porque puede provocar:
- - Mala producción
de glóbulos rojos, anemia perniciosa
y puede afectar a nuestro sistema nervioso.
También puede causar:
- - Problemas
menstruales, úlceras en la lengua, dolores de cabeza, fatiga crónica y
coloraciones extrañas.
Un visitante de la página del
Facebook preguntaba si la vitamina B12 puede prevenir la aparición del Alzheimer. Un estudio publicado por la
revista médica Neurology, de la Academia Americana de Neurología afirma que las
personas que presentan un nivel bajo de vitamina B12 o de ácido fólico, pueden
tener mayor riesgo de desarrollar esta enfermedad. No puedo responder a que lo
prevenga, pero sí que su deficiencia
aumenta las probabilidades de su
aparición.
En el caso de adultos de edad avanzada, se puede
esperar una pérdida de alrededor del 50% debido a su mala absorción. Las pérdidas
también pueden ser importantes durante el embarazo y la lactancia. En estos
casos, se recomienda aportar estas cantidades a través de suplementos o
alimentos enriquecidos.
Leer esto alertará a más de uno,
porque intentamos a toda costa justificar nuestra fatiga y dolores de cabeza
producidos por un ritmo de vida
acelerado. En el caso de sospechar que tienes déficit, no corras a comprar
suplementos, los suplementos son siempre la última opción.
·
Primero acude
al médico y hazte una analítica. En el caso de tener déficit, intenta mejorar
los niveles a través de la dieta. Muchas veces, un cambio en nuestra
alimentación puede solucionar nuestros problemas.
·
Vuelve a hacerte otra analítica en unas semanas.
Si los niveles siguen bajos, entonces comenta con tu médico cuál es la mejor
opción. En algunos casos se recomiendan suplementos vitamínicos diarios en
forma de pastillas y, en otros casos, inyectarte una dosis de vitamina
mensualmente.
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